jueves, 1 de agosto de 2013

Experiencia en la FIL Lima 2013

Llegar tranquilo a la Feria del Libro, con el afán de sacarle provecho a un conversatorio sobre la crónica latinoamericana, de paso ver algunas ofertas de libros y sentir el olor y espíritu literario (que debería regir en una feria de este tipo). Sucede que al ingresar te topas con una enorme cola-tipo primer gobierno de Alan García-y no puedes ver lo que ofrecen algunos stands, porque la gente está aglomerada, al preguntar el por qué de esa inmensa fila, te responden, firma del libro "El club de la muerte", y la pregunta siguiente, ¿quién es el autor?. Aldo Miyashiro pe papa, responde un joven. No pude entrar al stand de la ONPE y ver como es lo del voto electrónico, porque "Aldo Miyashiro pe papá", estaba firmando su libro. A las 6 p.m Fito Espinoza, quien a cada rato se cruzaba por los pasillos de la FIL (nadie lo reconocía), tenía también una firma de autógrafos, pero claro, él no es "Fito Espinoza pe papá", por eso, con las justas, 5 o 6 personas hacían una pequeña y ordenada fila para pedir una firma. Con respecto al olor y espíritu literario de la FIL, era nulo. El único olor que se sentía era a metal y papel (monedas y billetes) y el espíritu, si, el que rige al mundo, espíritu mercantilista.